La Comisión Europea pospone por un año la normativa «antideforestación» y se alivia el agro argentino

En una medida inesperada, ya que pocos días atrás se había ratificado la fecha original, la Comisión Europea decidió aplazar un año la entrada en vigencia del Reglamento de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación (EUDR). Inicialmente previsto para el 1° de enero de 2025, el reglamento exige que productos como la soja y la carne bovina que ingresen a la UE certifiquen que no provienen de tierras deforestadas después de 2020.

El nuevo cronograma establece que las grandes empresas deberán cumplir con la normativa a partir del 30 de diciembre de 2025, mientras que las micro y pequeñas empresas tendrán un plazo extendido hasta el 30 de junio de 2026. La Comisión argumentó que el retraso responde a las preocupaciones de varios socios globales sobre el estado de preparación para cumplir con la ley, que fueron manifestadas recientemente durante la Asamblea General de la ONU.

Esta prórroga llega tras una fuerte presión de países exportadores como Argentina y Brasil, cuyos sectores agropecuarios habían mostrado una marcada resistencia al EUDR. En Argentina, entidades como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) encabezaron las críticas, señalando que la medida representa una amenaza para la soberanía y la competitividad de los productores locales, además funcionar como una barrera paraarancelaria que afectaría de manera directa a las exportaciones de productos clave como la soja.

La respuesta del sector agroexportador argentino no se hizo esperar. En un comunicado, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC) celebró la reprogramación del reglamento: «Ha sido un enorme esfuerzo de gobiernos y cadenas de valor. Ahora debemos buscar mesas de negociación para revisar algunos aspectos como la segregación física y el no reconocimiento de la legislación nacional sobre bosques».

El presidente de la entidad, Gustavo Idígoras, consideró que se trata de «una decisión correcta» de las autoridades europeas. «El reglamente es excesivo en materia de requerimientos», dijo, pese a que en Argentina se implementó rápidamente Visec, una plataforma de certificación en la que se garantiza que los productos argentinos sean sostenibles y cumplan con el requerimiento europeo. Con este aplazo, «claramente nos da una oportunidad para seguir mejorando y trabajando en este proceso».

De ahora en más, Idígoras consideró que «es imperativo» que el Parlamento Europeo ratifique la decisión antes de fin de año «y que lo apruebe para darle tranquilidad a todos los productores exportadores de nuestros países de que no habrá ningún tipo de sanción o problema de arribo de nuestras mercadería a partir del 1° de enero de 2025».

De todas formas, las autoridades europeas advirtieron que la decisión de la Comisión no cambia los objetivos fundamentales del EUDR, que busca combatir la deforestación global mediante el control del origen de ciertos productos. Sin embargo, con este año adicional de preparación, se busca una implementación más equilibrada que no perjudique de manera abrupta a los actores internacionales.

El sector agropecuario argentino, que depende significativamente de las exportaciones de soja y carne a la UE, se encuentra ahora con un mayor margen de maniobra para ajustar sus sistemas de producción y trazabilidad, aunque las negociaciones sobre ciertos aspectos del reglamento continúan siendo cruciales para el futuro de este intercambio comercial.

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