Los granos, entre el clima, el Usda y Donald Trump

“La sorpresa del reporte del Usda Wasde pasó, y el mercado volvió a ver el clima sudamericano”. Así lo señaló Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, al analizar los puntos clave para el mercado nacional e internacional de la soja, maíz y trigo.

En ese sentido, explicó que mientras Brasil parece encaminado a mejorar unas 20 millones de toneladas su producción, Argentina no sale del espacio de dudas ya que, si bien llegaron lluvias y hay más en el pronóstico, la calidad de los cultivos de maíz y soja cayó fuerte. Además, los aportes de agua están siendo menores a los esperados y más dispersos. En tanto, indicó, la demanda de maíz sigue firme “con exportaciones norteamericanas que van más rápido de lo pensado, y molienda en EEUU activa, aunque las exportaciones van pausando”.

En el mercado de trigo apuntó pocas novedades: Rusia sigue complicada por el clima, EEUU da señales mixtas, pero quien compensa es Europa que parece que está mejor. “En medio de todo esto, Rusia parece estar agotando su saldo exportable. Tras un trimestre activo, sus precios FOB siguen subiendo y se espera que la oferta del proveedor más barato del mercado se reduzca fuerte a partir de mediados de febrero”, analiza.

En el plano local, el clima se lleva gran parte de la atención. Algo se activa la comercialización, pero sigue lenta. “Mientras el maíz se ubica en valores rentables y gatilla algunas ventas, la soja está muy lejos de esto. Si bien se vendió algo más, el pedido de baja en derechos de exportación es cada vez más generalizado. Sin embargo, desde el gobierno apuntan a que esto pasará solamente si hay ingresos fiscales sustentables, y esta situación todavía no se alcanza”, expresa Romano.

Enero fue un mes seco, con temperaturas que fueron en aumento y comenzaron a deteriorar los cultivos. En la semana pasada se aguardaba un frente de lluvias muy importantes para la zona productiva. Finalmente, las lluvias fueron menores y dejaron algunas zonas sin cubrir.

De todas formas, se esperan nuevas lluvias. “La duda está en cómo reaccionarán los cultivos, ya que la situación es ambigua: no podemos decir que no está lloviendo, pero tampoco que estamos con buenas condiciones”, señaló.

En su análisis, la tasa de inflación de diciembre estuvo en niveles bajos, y el gobierno confirmó que bajará el ritmo de devaluación de 2% mensual a 1% mensual. El tipo de cambio libre que había dado un salto, parece haber encontrado un nuevo nivel de estabilidad. Esto hace pensar que la convergencia de tipos de cambio, y la normalización de las tasas, podrían llevar a una unificación cambiaria.

En lo que hace a Derechos de Exportación, a medida que el reclamo de reducirlos, especialmente para soja, funcionarios del gobierno hacen énfasis en que una medida como esta sólo se tomará en el contexto de una situación fiscal estable. “En este momento, la situación fiscal no es estable, ya que los resultados positivos del 2024 estuvieron marcados por ingresos extraordinarios, y en 2025 ya no se tendrá el impuesto a los débitos y crédito”, indicó.

El efecto Trump

Por otra parte, esta semana asumió Donald Trump como presidente en EEUU. “Sus decisiones repercutirán en la fortaleza del dólar (negativo para commodities), en si se embarca en una guerra comercial, y en la política energética. Esta última dividiéndose en si cumple su promesa de reactivar la perforación de nuevos pozos, y en la política de biocombustibles. Para cada elemento que podría ser alcista para los granos, hay uno que podría ser negativo, por lo que deberemos estar muy atentos”, estimó Romano.

La primera cuestión tiene que ver con el impacto en la fortaleza del dólar. La misma sería contraria a los commodities en general.

Otro punto a analizar es la política energética. Parte de las subas recientes estuvieron relacionadas con el aumento del petróleo que, vía biocombustibles, empuja los granos al alza. Pero ¿cuál será la política de Trump? Si, como se espera, autoriza un aumento en perforaciones, podría implicar mayor oferta y precios a la baja.

También está el debate de la guerra comercial versión 2025. Si bien China ya no depende tanto de EEUU como origen de sus compras, ni EEUU de China ya que con biodiesel reemplazó sus exportaciones, y de corto China anticipó compras y ahora está concentrando en Brasil; una guerra comercial podría impactar negativamente en Chicago y en forma positiva en las primas sudamericanas.

Otro frente son los biocombustibles, especialmente biodiesel, que fue impulsado por Biden y donde se amplió la capacidad de molienda de soja. Lo más razonable sería que Trump mantenga esta política, pero no la acelere.

“Otra arista del biodiesel es si seguirán tomando a los aceites usados (UCO) como fuente subsidiable de biodiesel. Hay mucho cuestionamiento a los mismos, y es posible que esto no pase. Allí podrían reemplazarse UCO por aceite y sería alcista”, aseguró Romarno. En cuanto a etanol, se especulaba con que se admitiría para combustibles verdes de aviación (SAF), pero las últimas noticias parecen indicar que no.

Finalmente, aumentos de aranceles para China, Canadá y México podrían tener efectos también en abastecimiento de maíz, colza y petróleo de EEUU. Un mercado que tal vez no se sigue tan de cerca es el del sorgo. Para Romarno, si china responde a los aranceles de EEUU, con mayores aranceles de su lado, las menores compras sobre Norteamérica podrían ser buena noticia para Argentina.

Finalmente, recomendó: “En un contexto tan desafiante, mantener el foco en asegurar la rentabilidad es lo más aconsejable. En ese sentido, el maíz está en zona positiva. El trigo viene firme, y el problema es la soja, pero recuperó terreno desde la sorpresa de los u$s 260 por tonelada”.

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