Los trigos de condición regular y mala descendieron de 55% a 45% esta semana. Y se espera otro fin de semana de lluvias importantes: fines de octubre da una fuerte señal de que el bloqueo seco quedaría atrás.
Lluvias hasta el domingo
Las más generalizadas comenzarán el sábado por la noche. Un nuevo sistema frontal frío avanzará desde el sudoeste pasando por toda la región y potenciando el desarrollo de lluvias y tormentas de variada intensidad sobre la mayor parte de la zona GEA.
«Si las proyecciones se convalidan puede ser el inicio de una transición hacia noviembre con un régimen pluvial más cercano a los valores normales», comenta José Luis Aiello, Dr. en Cs. Atmosféricas.
Fines de octubre da una fuerte señal de que el bloqueo seco quedaría atrás.
Casi toda el agua que se muestra como acumulada en los últimos 22 días, en realidad solo se acumuló a partir del 19 de octubre. Y hay muchas chances de que entre el sábado y domingo próximo vuelva a llover de forma importante en la región centro. De esta manera, los últimos 10 días de octubre podrían sumar el 90% de las lluvias que muestra la media histórica de octubre. Y esto es una señal muy fuerte de que se estaría quebrando el bloqueo seco que ha acechado a la región en los últimos seis meses. Esa es la gran noticia que estaría mostrando fines de octubre si se concreta el pronóstico de lluvias. Y las chances son muy buenas: los modelos se muestran firmes y los mecanismos de circulación están muy activos para este fin de semana. Las lluvias empezarían a normalizarse, incluso con una «Niña» de fondo.
Finalmente llegaron las lluvias y pondrán freno al deterioro del trigo
Si bien la estimación de rinde en trigo sigue 10 quintales debajo de los 39 qq/ha de la campaña anterior, las lluvias de esta semana permitirán mejorar la floración y el llenado de granos. Lo más importante es que detendrán la caída del potencial de rendimiento. Con un 25% de los trigos de la región llenando granos, el peso de mil granos será el factor que podrá recuperar parte del potencial perdido. El resto del trigo se encuentra en hoja bandera un 5%, el 10% en espiga embuchada, 30% en espigazón y un 30% en floración. La condición de los trigos evaluados como regulares y malos descendió 10 puntos, de 55% a 45% en una semana. En el sudeste de Córdoba, este alivio llega en pleno periodo crítico. De todas maneras, allí se espera una reducción del rinde del 50%: “el promedio del trigo en la zona es de 30 qq/ha; este año vamos cosechar solo 15 qq/ha. Pero si hubiese seguido el calor y la sequía, cosechábamos menos todavía”, comentan en Noetinger.
La primera ola de calor golpeó a los trigos más vulnerables
El evento duró poco, solo se presentó el 18 y 19 de octubre, pero sorprendió a todos por su intensidad. Los termómetros superaron los 40°C en la porción norte como en Irigoyen con 41,4°C o Noetinger con 41°C. El aire frío que anunciaba el inicio de la tormenta minimizó el impacto en el sur de la región. Allí, solo fueron de 5 a 7 las horas en que las temperaturas superaron los 35°C. Pero en el norte de la región, dónde buena parte de los cultivos están en el inicio de llenado o pleno llenado, hubo entre 13 a 15 horas con los termómetros superando los 35°C. En Carlos Pellegrini, los ingenieros comentan que “muchas espigas no emitirán nuevos granos ante esas condiciones”. “Las altas temperaturas acortarán el llenado”, dicen en Cañada de Gómez. En Bigand, señalan que la ola de calor bajará aún más el potencial zonal de rinde.
Se apuntala el maíz tras las lluvias
Con tiempo de descuento para el maíz, llegó el alivio de las lluvias. En Carlos Pellegrini, la sequía, el frío y también el calor extremo provocó pérdida de plántulas en los cuadros sembrados más tarde. Hasta antes de las lluvias, los técnicos notaban nacimientos desuniformes, siendo ésta característica clave en el rinde de maíz. “Se presume problemas de calidad de semilla en algunos criaderos y partidas, pero puede ser el efecto muy agresivo de los fertilizantes en suelo seco y la presencia de insectos (gusanos blancos y cortadoras)”, comentan en Pergamino. El ascenso de la temperatura, y por sobre todo, el regreso de las lluvias configuran un escenario óptimo para que maíz despegue su tasa crecimiento. Las lluvias también fueron cruciales para que la campaña gruesa arranque con una recomposición de la humedad de los perfiles del suelo y establecer «pisos» de rendimiento. Además, el agua permite que el fertilizante sea más fácilmente incorporado por las plántulas.
Fuente: GEA Informe Semanal