Las sojas del centro norte santafesino tienen un menor crecimiento y desarrollo respecto de la campaña previa, que se evidencia en la imposibilidad de cerrar surcos en las de primera y el freno en las tareas de siembra entre las tardías. Es el dato destacado del último reporte del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe sobre lo ocurrido durante la última semana. También mencionó un repunte en los rendimientos de los girasoles, que venían golpeados por la sequía pero se beneficiaron con las últimas precipitaciones.
Sojas
En los lotes de primera los sojales se detectaron en muy buen estado, con un normal crecimiento, una buena germinación o emergencia y stand de plantas, por unidad de superficie. Pero advierte: «una observación y particularidad de la presente campaña en comparación a la anterior para el mismo período, mostraría que un 75 a 80 % de los cultivares tuvieron un menor desarrollo de estructura de plantas, menor altura y recién a los 12 a 15 días del mes de enero, comenzaron el cierre de los surcos, situación que en el ciclo anterior se había logrado a fines de diciembre, con mejor estructura y altura de los mismas».
En materia sanitaria se intensificaron los monitoreos por la fuerte presión de plagas, «no dando tregua a la presencia de la oruga militar (Spodoptera frugiperda)», dice el informe. La situación «se generalizó en toda el área» de seguimiento, que comprende 12 departamentos del centro norte provincial. El monitoreo permitió una correcta evaluación de los daños y oportunas realizaciones de aplicaciones de control, que «fueron primordiales, muy importantes, por las diferentes etapas fenológicas de los cultivares». Además, en algunos lotes puntuales en los departamentos del norte se observó la presencia del picudo grande de la soja (Sternechus pinguis), situación que exigió u obligó a continuas inspecciones.
En los lotes de segunda se notó cierta similitud con las tempranas, ya que «los cultivares evidenciaron un menor crecimiento y desarrollo de las plantas, en comparación al ciclo anterior». La siembra logró un grado de avance del 92 %, representando unas 506.000 ha, con un ritmo de maquinarias muy dispar, según zonas y departamentos del área de estudio. En tal sentido, factores como la irregular disponibilidad de agua útil en la cama de siembra, las altas temperaturas diarias, vientos y activos procesos de evapotranspiración, «con el transcurso de los días fueron condicionando y regulando la implantación, la que se interrumpió en algunos departamentos». En cambio en otros, particularmente en el centro oeste – noroeste avanzó, reflejando un incremento intersemanal de 2 puntos porcentuales.
Girasol
Los cuatro a cinco días con condiciones ambientales estables, particularmente en los departamentos del norte, las altas temperaturas y el tiempo seco que se registró, hicieron que el girasol alcance su punto óptimo para la cosecha. Observándose un ritmo constante en el proceso de recolección, con un grado de avance del orden del 40 % y un logro intersemanal de 10 puntos porcentuales.
En cuanto al rendimiento, «se revirtieron y se observaron cambios con lo enunciado desde el inicio de la cosecha hasta la fecha». Los mínimos fueron levemente superiores y estuvieron entre 7 y 9 qq/ha, considerados bajos, como consecuencia de las características climáticas que afectaron el normal crecimiento o desarrollo de los girasoles. «Pero los máximos variaron entre 18 y 20 qq/ha, en lotes puntuales se lograron 22 qq/ha, evidenciando claramente una mayor disponibilidad de agua durante el ciclo».
El avance de la cosecha se concretó principalmente en los departamentos: General Obligado, Vera, norte de San Javier, San Justo y algunos predios de Nueve de Julio.
Maíces
Un 85 % de los lotes de maíz de primera se encontraron en buen estado, «con lotes excelentes, sin inconvenientes para su normal desarrollo». En condición regular se observó el 10 %, dado que en los últimos quince días padecieron las altas temperaturas y la escasa disponibilidad de agua y un 5 % pasó a malo, con marcados síntomas de estrés termo-hídrico y con mortandad de plantas. «Estos dos últimos casos se evidenciaron en mayor proporción en suelos con aptitudes agrícolas no óptimas, con ciertas limitantes», explicó el reporte.
En las cuencas lecheras del centro ? norte santafesino, continuó el proceso de picado ? embolsado, con destino al autoconsumo, dado el avance de los estados fenológicos y días bajo condiciones climáticas estables, adquirió mayor ritmo. «Se mantuvieron los buenos resultados, en cuanto a calidad o a cantidad, consolidando indicadores alentadores y generando expectativas favorables, en todas las zonas».
Por otra parte, ya se sembró el 60% de la superficie proyectada de maíces tardíos, unas 53.400 ha, consolidándose el recorte de superficie estimado en 3% respecto del ciclo previo por dos realidades totalmente dispares: la primera, por la disminución de la humedad en la cama de siembra; y la segunda por las modificaciones en la comercialización del maíz.
Por lo tanto, la intención de siembra descendió a 89.000 ha desde las 86.350 ha del año pasado, también por lo avanzado de las fechas óptimas de siembra. «Restando la evaluación del impacto en los resultados finales por la disminución de la siembra».
Fuente: Campo Litoral