La buena noticia para los productores es que La Niña definitivamente ya está en camino de retirada. La mala es que se resiste un poco a irse y lo está haciendo en cámara lenta, lo que hace que los beneficios que se esperan con el cambio de tendencia climática se demoren más de lo esperado.
En uno de los últimos informes para la zona núcleo, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario cita un análisis del consultor Alfredo Elorriaga en el que menciona que el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico está yendo a un ritmo más lento que lo que se proyectaba.
Bajo este panorama, el experto considera que es poco probable un enero con lluvias normales; no obstante, aun así es posible esperar que un balance pluvial más alentador que diciembre pasado.
TODAS LAS FICHAS AL OTOÑO
Del mismo modo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires publicó el informe de perspectivas agroclimáticas estacional que elabora mensualmente el agroclimatólogo Eduardo Sierra y en el que coincide en que “durante las últimas semanas, el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial disminuyó gradualmente, marcando una lenta disipación del fenómeno La Niña”.
“Pueden observarse algunas zonas en calentamiento (áreas en naranja) que empiezan a introducirse entre las grandes extensiones frías (áreas en azul), que aún predominan, sobre el Pacífico Ecuatorial”, señala Sierra en el reporte. A esto se suman un sensible calentamiento de las costas de Chile, Perú y Ecuador, que aportan al calentamiento incipiente de la zona ecuatorial.
Todas estas previsiones fortalecen la transición hacia un estado “Neutral”, pero Sierra insiste en que “el proceso es lento y las perturbaciones persistirán hasta mediados del verano”.
“El verano 2023 observará el paso del sistema climático, desde el actual Neutral Frío, a un Neutral Cálido, llevando la marcha del clima cerca de su promedio estacional. Recién hacia finales de marzo los suelos repondrán sus reservas de humedad en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur, aunque algunas zonas, como es sudoeste de la Región Pampeana, y el Chaco Paraguayo, no lograrán hacerlo en forma completa”, completa.
Ya con el escenario Neutral Cálido instalado en el otoño, la previsión es que todas las zonas repongan sus reservas de humedad hasta su nivel normal, lo mismo que el régimen térmico oscilará dentro de su rango estacional promedio.
E incluso está la posibilidad que hacia mediados de mayo comience a aparecer El Niño, lo que significaría precipitaciones algo superiores a lo normal, aunque en rigor habría que esperar hacia fin de año, a partir de octubre, que es cuando tiene mayor incidencia.
En definitiva, “el estado del sistema climático evoluciona positivamente, con probabilidades de pasar a un Neutral Cálido a mediados de febrero; no obstante, lo que resta de la campaña agrícola 2022/23, constituirá un proceso de transición entre las condiciones severas causadas por la acción residual de La Niña y las condiciones más benignas, que se irán instalando gradualmente”, resume Sierra.