Por la suba del gasoil, el campo ya tiene que pagar $8000 millones extra

En plena siembra de soja, un nuevo aumento de alrededor del 4% en el precio de los combustibles, el cuarto en el año y que ya lleva un acumulado de un 15%, se suma al incremento de los costos para el campo. Así, en lo que va de 2020, con las subas registradas en el gasoil el campo tendrá que gastar $8000 millones extra, según cálculos del sector.

«Si anualizamos la incidencia de este último aumento, $8000 millones extra se le sacarán al sector productivo, que tienecostos con inflación en dólares y bienes producidos que en su gran mayoría no lo están (en dólares), ya que su mercado de destino es el interno y no el de exportación», sostuvo Matías Lestani, responsable del Departamento Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

Para Lestani, el combustible «baila al compás del dólar». Añadió que «la dirección de YPF dejó clara su intención de atar la actualización de los precios de un insumo sensible y esencial en las distintas cadenas agropecuarias a la evolución del tipo de cambio. Insumos a valor dólar y producción a valor peso, una ecuación que no cierra», resaltó.

Un dato relevante para el experto de CRA es que, tomando este último aumento, el campo aportará al Estado anualmente unos $3788 millones en concepto de impuestos por el combustible. «El cambio de planteo en cuanto a la actualización obligatoria trimestral por IPC del Impuesto a los Combustibles Líquidos y el impuesto al Dióxido de Carbono aumentan la presión fiscal recaudada con cada carga. El 47% de lo pagado por la factura de combustible son impuestos», afirmó.

En este sentido, señaló: «En lo que va del año, la sumatoria de aumentos en el combustible araña el 20%, afectando de forma más que importante a aquellos productores que se encuentran en el interior de nuestras economías regionales».

Para Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), este nuevo incremento impacta mal «porque hay contratos ya licitados» de trabajo para las máquinas. Explicó que, a precio de dólar oficial, en promedio el combustible en una tarifa de $4000 por hectárea representa unos $800, un 20% del total.

Esto se suma a que los insumos en general para los contratistas subieron más del 60% en los dos últimos meses. «Estamos condicionados por insumos fundamentales para trabajar como autopartes y neumáticos que tuvieron un incremento desmedido y que incluso no se consiguen. Es caótico lo que se vive, hay que renovar las maquinarias por el desgaste en el caucho y los costos se elevaron enormemente porque son importados», dijo.

Si bien no hay datos de esta campaña, en la Bolsa de Comercio de Rosario expresaron que en la campaña 2018/2019 el campo consumió 2195 millones de litros de gasoil, equivalente a 2135 millones de dólares. En tanto, el transporte de granos demandó unos 1275 millones de litros.

Para la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), este aumento es otro más en la aceleración en los costos que también sufrió el transporte en los últimos tres meses, con un 5,11% en agosto, un 3,5% en septiembre y en octubre con un 5,52%.

Emilio Felcman, director del Departamento de Estudios Económicos y Costos de Fadeeac, señaló que hasta julio el aumento de los costos fue «medianamente moderado», con un 10,7% de enero a julio.

Según explicó, a partir de ahí hubo una fuerte aceleración basada en aumentos en rubros clave como combustible, mantenimiento de camiones, neumáticos y personal, sumado al impacto de mini devaluaciones del tipo de cambio. Las dos terceras partes de los costos totales en el transporte son combustible y personal, según indicó.

Sin embargo, aclaró que en comparación con años anteriores la suba de los combustibles no es notoria. «De alguna forma es un aumento de combustible más morigerado que años anteriores, donde en 2018 fue del 77% y en 2019 del 46%», puntualizó.

Por último, señaló que si bien el transporte no es formador de precios, los transportistas indefectiblemente trasladarán ese aumento a sus clientes y «habrá que ver si el mercado lo puede absorber».

Por: Mariana Reinke

Fuente: La Nación

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