Aunque a veces resulte opacado por otros temas de coyuntura, las miradas del país están permanente puestas en el complejo agroexportador, que tiene al sur santafesino como principal protagonista. Ello se verifica especialmente en estos días por un doble motivo: la suba del precio de la soja -en su valor más alto de los últimos seis años- y el paro de los gremios aceiteros -que mantienen los puertos inactivos desde hace varias semanas-.
Con ese escenario de fondo, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Daniel Nasini, recibió a Mirador Provincial para una entrevista a fondo sobre los principales temas de la coyuntura, que incluyen también la crisis de la agroexportadora Vicentin.
«Si el tiempo acompaña, el valor bruto de la actual campaña puede ser histórico», pronostica Nasini, quien más allá de la cuestión climática pide por una rápida solución del conflicto gremial, la cual se resolvió en los últimos días: «Esto se da en un momento en que se está entregando la cosecha fina, y entonces puede llegar a perjudicar a los productores, y puede haber problemas con la cadena de pagos», plantea.
El dirigente se pronuncia además respecto al tema Vicentin, que sigue generando preocupación en varios sectores de la economía santafesina. «Es una empresa que tiene que ser salvada», valora, para a renglón seguido decir que si fuera por él la nueva etapa no debe tener a los responsables del default: «Yo no le daría el auto a quien lo chocó».
-¿Cómo vio el conflicto que mantuvo paralizados los puertos durante más de dos semanas?
-Nosotros hemos manifestado nuestra preocupación por la falta de acuerdos. Esto se dio en un momento en que se está entregando la cosecha fina, y entonces puede llegar a perjudicar a los productores, y puede haber problemas con la cadena de pagos. Para tener una idea, tengo datos del 16 de diciembre, donde respecto a lo que se pensaba exportar en maíz, solo el 38% se embarcó, o en el caso de la soja procesada se embarcó menos del 25%. Indudablemente es un conflicto sindical empresario que no conocemos la historia o la realidad de cada parte y difícilmente podamos opinar, pero sí apelamos a que se genere el encuentro entre las partes y se pueda normalizar una situación que tiene 150 barcos esperando (NdR: el jueves 7 de enero se firmó el acuerdo).
-Por fuera de lo estrictamente coyuntural, ¿qué balance hacen de este año?
-Nosotros fuimos parte de los trabajadores esenciales. Tuvimos que redistribuir todo nuestro personal, en home office y hacer turnos para los absolutamente presenciales. Más allá de eso, que es institucional, hay que decir que la zona núcleo fue muy golpeada por la sequía en el trigo, tal es así que se disminuyó la proyección hasta 16 millones y medio de toneladas, gracias a que los rindes en el sur de Buenos Aires fueron excelentes. Allá hubo rindes muy buenos y la producción subió un 30%, cuando en la zona núcleo bajó un 30%. Por eso, cuando uno está en un producto a cielo abierto eso pasa. Hay que rezar para que llueva, que caiga bastante agua para la soja y el maíz, porque sino también vamos a tener problemas. Si el tiempo acompaña, el valor bruto de la actual campaña puede ser histórico. Está pegando la sequía fuerte. Se necesita urgente que llueva, que haya reserva de agua en los suelos. A los niveles de precio actual, si tenemos una buena cosecha habría un ingreso de divisas de 26.500 millones de dólares en soja y maíz, un 14% más que la campaña anterior. Es necesario que llueva.
-¿Cómo lo están viendo los especialistas en clima?
-Lo están viendo regular, con una niña bastante más extendida de lo que se preferiría. Las lluvias viniendo desde el sur y no del noreste, que eso también embroma la altura del río, con lo cual el barco da menos, no puede salir totalmente cargados, suben los costos. Es decir, se necesita que las lluvias vengan del norte. Pero la previsión es que puede haber una niña más extendida. Nosotros rezamos para que no sea así…
-¿Cuáles son los principales desafíos para 2021?
-Estamos trabajando en bastantes temas. A nivel país estamos tratando de impulsar el programa de carbono neutro, junto a otras bolsas del país. Estamos teniendo conversaciones respecto a la Hidrovía. Estamos muy metidos con el Consejo Agroindustrial Argentino, que es un plan que estamos consensuados con el gobierno nacional, con la oposición y con los gobernadores. Esperamos poder llegar a algunos acuerdos, para darle previsibilidad a la inversión, y una cierta proyección de las regulaciones, que no se estén cambiando las regulaciones permanentemente y que no se siga pensando que se puede aumentar el costo impositivo siempre. Hay momentos que eso va a disminuir la producción y la inversión.
-El de la Hidrovía es un tema central para la economía argentina?
-La empresa que actualmente tiene la concesión de la hidrovía hizo un buen trabajo. Ahora lo que se está licitando son las mejoras, es decir, un trabajo donde hace casi 20 años que no se hace nada. Hay que hacer muchas cosas y eso es lo que se licita. Será muy interesante analizar la licitación de la Hidrovía. Nosotros en la Bolsa hemos recibido a embajadores de Países Bajos, Bélgica, China, todos muy interesados en la Hidrovía. Cualquiera que entre, tiene que apuntar a reducir los costos de logística de la Hidrovía, porque se aumentaron bastante, y también aumentó el volumen de las exportaciones. Hay que acompañar el desarrollo eficiente de la infraestructura portuaria. Hay que pensar que los barcos que vengan no serán los mismos, van a ser más anchos. Hay nuevos desafíos en el comercio exterior, hay que garantizar el mantenimiento óptimo de la vía navegable y que tenga sustentabilidad ambiental.
-Más allá de esa lectura general, ¿cómo está viendo los pasos que ha dado el gobierno?
-El gobierno dio hasta ahora un solo paso. Le dijo al ministro de Transporte que haga los pliegos. No hizo más que eso. En 2022 tiene que estar aquel que gane la licitación trabajando. Hasta ahora no hizo más que eso. Nosotros no nos importa quién gestione la hidrovía. Lo del gobierno es un inicio, es lo que se esperaba para iniciar. El decreto es interesante para leerlo, porque deja de lado un montón de cosas de las cuales se hablaba y apunta un poco a todo lo que hemos venido pregonando que debe ser.
Causa Vicentin
-¿Cuál es su lectura del caso Vicentin? Usted se manifestó en términos muy duros durante el año con los responsables de su crisis.
-Nosotros estamos esperando y esperanzados que rápidamente se arbitren los medios para el esclarecimiento de las denuncias. Estamos a disposición para lo que la Justicia necesite y de hecho hemos tenido algunos requerimientos que ya hemos contestado. Lo que creemos es que la postergación indefinida o tan larga del concurso no favorece a los acreedores, sino que los va licuando.
-¿Entienden desde la Bolsa que la causa debería trasladarse a Rosario?
-No. Eso es imposible. Nosotros nunca pedimos el traslado. Lo que pedimos es que se le brinde más personal al juez de Reconquista. Es una empresa que tiene que ser salvada, pero realmente no se.. yo no le daría el auto a quien lo chocó.
-Entiende que deberían correrse los dueños de Vicentin…
-Yo creo que sí. Para allanar la situación y para que no empeore. Es decir, que los accionistas de Vicentin se corran. Tal vez ahora, una vez acreditada las acreencias y no haya reclamos fuera de término, por lo menos el pasivo estará agotado. Ahí veremos qué pasa con la empresa.
-Usted es de los que piensan que la empresa puede seguir siendo competitiva..
-A ver… Yo creo que en esta situación, me parece difícil que no se comprometa cada día más la empresa. Eso implicaría un desastre total con los obreros, con la economía, de la zona nuestra. El plan del fideicomiso contemplaba la cesión de los derechos políticos. Y en ese momento habría, y seguramente lo va a haber, empresas interesadas en utilizar las instalaciones.
«La zona núcleo fue muy golpeada por la sequía en el trigo, tal es así que se disminuyó la proyección hasta 16 millones y medio de toneladas, gracias a que los rindes en el sur de Buenos Aires fueron excelentes. Allá hubo rindes muy buenos y la producción subió un 30%, cuando en la zona núcleo bajó un 30%. Hay que rezar para que llueva».
«A nosotros no nos importa quién gestione la hidrovía. Lo del gobierno es un inicio, es lo que se esperaba para iniciar. El decreto es interesante para leerlo, porque deja de lado un montón de cosas de las cuales se hablaba y apunta un poco a todo lo que hemos venido pregonando que debe ser».
Fuente: Campo Litoral