Los productores que no hayan sido muy afectados por la sequía y cosechen girasol en la campaña 2020/2021 podrán hacer un muy buen negocio: se ofrecen forwards para marzo a US$400 por tonelada. Este precio insólito obedece a que el aceite de girasol se fue a las nubes. «En mayo de 2020 se cotizaba a alrededor de US$700 FOB en Rotterdam y hoy se catapultó a US$1300», compara el consultor Sebastián Olivero, gerente de Commodities de la corredora StoneX.

La razón de este comportamiento se asocia con la caída de la producción del aceite de palma en Malasia, que llevó los stocks a los niveles más bajos de los últimos 13 años. A su vez, la oferta de aceite de soja también fue afectada por los conflictos gremiales en los puertos argentinos y por el paro agropecuario. Hay que recordar que nuestro país es el primer exportador mundial de este producto.

Adicionalmente, la producción de semilla de girasol cayó un 15% en el grupo integrado por los tres principales exportadores (Ucrania, Rusia y la Argentina). Como consecuencia, los stocks mundiales para el ciclo 2020/2021 se derrumbaron a cuatro millones de toneladas, un 40% menos que los del ciclo anterior. De cara a la comercialización, Olivero conseja tomar estos precios, al menos por una parte de la producción esperada.

Ante la ausencia de coberturas para el girasol en los mercados a término -futuros o puts- la herramienta más a mano son los forwards con exportadores. «El mercado está firme, puede tener alguna mejora adicional, pero gran parte del recorrido alcista ya está hecho y se acerca la cosecha», apunta el consultor, quien no duda en recomendar la venta del producto disponible a $38.200 por tonelada, equivalentes a 450 dólares.

Por: Carlos Marin Moreno

Fuente: La Nación Campo