El maíz, una cuestión estratégica, estuvo ausente en las negociaciones realizadas hoy martes entre integrantes de la misión oficial argentina con sus pares de España.
El presidente Alberto Fernández se reunió hoy en el Palacio de la Moncloa con su par de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, con quien analizó –según indica un comunicado oficial– el “impacto de la guerra en Ucrania en ambas regiones y ratificó el interés mutuo de reforzar y diversificar las inversiones y el comercio bilateral”.
Fernández aseguró a al presidente español que el gasoducto “Néstor Kirchner” permitirá a la Argentina la autosuficiencia energética y la posibilidad de “ser exportador nato de gas natural licuado”. Aunque por el momento eso es una expresión de deseos porque Argentina es un importador nato de gas tanto natural como licuado.
El nuevo gasoducto, que comenzaría a construirse este año, se terminará en el invierno de 2024 para conectar el parque industrial Tratayen (Neuquén) con la ciudad bonaerense de Salliqueló. Se proyecta que lograría suministrar 22 millones de metros cúbicos/día con una inversión inicial del orden de 1500 millones de dólares.
Por su parte, el canciller Santiago Cafiero se reunió hoy en Madrid con su par de España, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares Bueno, para tratar diferentes cuestiones bilaterales.
En lo que hace a lo económico-comercial, Cafiero puso de relieve el relacionamiento Pyme como un tema transversal y destacó que “en la estructura productiva argentina, las Pymes son un impulsor para el desarrollo y gran generador de trabajo y por eso queremos participar del Plan de Internacionalización de la Economía Española”.
El Plan de Internacionalización de la Economía Española 2021-2022 fue dotado de un fondo de 4600 millones de euros y está diseñado, precisamente, para facilitar el desembarco de pequeñas y medianas empresas en aquellos mercados externos que ofrezcan posibilidades de crecimiento.
Pero la agenda oficial no contempló la cuestión del maíz, cereal que este año podrá volver nuevamente a España luego de que la Comisión Europea flexibilizara de manera temporaria requisitos sanitarios que impedían el ingreso del producto argentino.
Si bien una década atrás Argentina era un importante proveedor español de maíz, luego, con establecimiento de nuevas exigencias sanitarias, los embarques de maíz convencional se interrumpieron para quedar solamente en pie las exportaciones de maíz Flint (“colorado”) destinadas a la elaboración de cereales para desayunos.
Por ejemplo, las autoridades de la Unión Europea establecen una tolerancia de 0,01 parte por millón de diclorvós en granos, algo que es muy difícil de lograr porque se requieren al menos 120 días para que el insecticida aplicado en granos almacenados se volatilice casi completamente. Si bien el diclorvós está prohibido en la Argentina desde fines de 2018, siguen apareciendo partidas de granos con el producto, con lo cual era inviable realizar embarques destinados a la Unión Europea.
España importaba de Ucrania un 22% del total de cereal comprado y ahora necesita encontrar proveedores alternativos para abastecer del insumo a su industria porcina y avícola fundamentalmente.
La última vez que Argentina logró exportar maíz sin inconvenientes a España fue en 2008, año en el cual logró colocar en ese destino 2,31 millones de toneladas por un valor FOB de 508 millones de dólares.