Las lluvias de los últimos días permitirán estabilizar la soja de segunda y el maíz tardío, de acuerdo a una estimación de Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Los mercados seguían de cerca la falta de precipitaciones tanto en Argentina como el sur de Brasil, Uruguay y Paraguay. “La calidad de cultivos de maíz y soja cayeron a niveles mínimos, y los principales analistas ya han realizado recortes productivos”, señaló el docente, en la publicación de Infocampo.
A partir del último fin de semana, finalmente llovió. Si bien el agua llegó tarde para los planteos tempranos en granos gruesos, permitirán que la soja cierre una cosecha sobre las 37 millones de toneladas y de 45 millones en el caso de maíz.
Los cultivos antes de las lluvias
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), solo el 3% de la soja estaba en en condición buena a muy buena. En maíz estaba en sólo 5% a nivel general, pero el cereal tardío, que venía en torno a 80%, había bajado 20 puntos en la última semana.
En este contexto, la soja de primera presentaba daños notorios, y la de segunda venía perdiendo plantas y muy castigada, con todavía un 5% por sembrar. “Además, se redujo la intención de siembra y se fue recortando la estimación de producción”, explicó Romano.
Las últimas estimaciones privadas mostraron un recorte de 5 millones de toneladas en soja, pero la cifra final dependía de las precipitaciones. Con lluvias, manejaban un pronóstico de 35 a 37 millones de toneladas, pero en caso contrario la cifra era mas cercana a 30 millones.
En maíz, el problema más grave son los cultivos tempranos, especialmente en la zona núcleo productiva. La falta de agua condicionó la superficie implantada. “Estimamos que la siembra de maíz temprano estuvo en el orden del 20 a 25% del área, cuando en un año normal están más cerca de 40%”, sostuvo.
Y agregó: “Normalmente se producen 14 millones de toneladas de maíz temprano, pero este año la discusión es si llegamos a 8 millones y el daño sobre estos cultivos ya es irreversible”.
Comercialización
Si se cumple este escenario de recomposición en los stocks de granos gruesos, Romano estimó que el productor dispondrá de soja, con elevadas chances de vender a un precio ventajoso si la Casa Rosada vuelve a implementar un tipo de cambio diferencial para impulsar las ventas
Por el lado de la exportación, podrán hacerse de materia prima a menor precios. “Dado que el Gobierno viene con problemas tanto de caja como de reservas, es de esperar que ni bien entre la cosecha nueva, se implemente una nueva versión de dólar soja”, sostuvo.,
Antes del empalme con la cosecha gruesa -y con la posibilidad latente de un nuevo “dólar soja”- los productores solo venderán si quedan sin financiamiento. Cuando empiece a fluir la soja en abril, Romano consideró que un tipo de cambio diferencial podría estimular las ventas.
“De otra forma no se dará, de la mano de la necesidad de las fábricas de generar oferta y margen, y del gobierno de hacerse de fondos para financiar el gasto, y de dólares para autorizar importaciones, previo a las primarias, en un año de elecciones presidenciales”, concluyó.