En la primera rueda del nuevo dólar agro se comercializaron 655.000 toneladas de maíz. Se trata de la tercera edición del Programa de Incremento Exportador, que implementa un tipo de cambio de 340 pesos por dólar para las exportaciones de la oleaginosa hasta el 31 de agosto próximo.
En rigor, de acuerdo con las cifras de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el martes se vendieron 655.658 toneladas de maíz.
También se comercializaron 45.002 toneladas de girasol; 13.154 de sorgo y 19.615 de cebada forrajera, mientras que no hubo ventas de cebada cervecera.
En términos acumulados, el girasol, el sorgo y la cebada forrajera, productos que fueron restablecidos al programa el día lunes, acumulan 45.117 toneladas, 18.703 y 25.200 respectivamente.
En cuanto a las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), el maíz alcanzó al 56,9% del cupo con 14.860.812,4 toneladas; el sorgo a 29% con 439.469,7; la cebada forrajera a 75% con 1.944.382; la cebada cervecera a 79% con 753.671; y el girasol a 42% la semilla (60.443), a 68% el aceite (743.243) y a 76% los subproductos (870.678), de acuerdo con la Bolsa de Comercio de Rosario en base a la plataforma SIO Granos.
La medida suma cuestionamientos
Desde la Mesa de las Carnes, por caso, definieron que el subsidio afecta al maíz que es el principal recurso en la alimentación de bovinos, porcinos, pollos y ovejas.
En el caso de la cadena vacuna, la Mesa sostuvo que aún no se pudo recuperar de la sequía, con daños imponderables, a lo que se suma el retraso de los precios al consumidor y baja de valores internacionales, que “ponen ya a toda la cadena en condiciones de quebranto”.
Recordaron que más del 80% de la producción bovina en Argentina se realiza con suplementación, ya sea en forma estratégica o en corrales de alta tecnología, con los mayores estándares de sanidad, bienestar y calidad, y donde el maíz es el principal insumo.
En cuanto a la carne aviar, dijo que atraviesa una de las peores crisis de su historia, con un panorama complicado en lo económico y agravado por la influenza aviar, “que no solo afecta la producción, si no que ha hecho perder los mejores mercados y de mejores precios en el contexto internacional”.
La Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal expresó su preocupación por el efecto negativo que la suba del tipo de cambio para el maíz producirá en el sector.
No obstante, también advirtió por los daños de adicionar un impuesto del 7,125% a las importaciones de bienes que, en el caso de la industria de alimentos balanceados, son materias primas (vitaminas, minerales, aminoácidos y otros) que no poseen reemplazo local.
Desde la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), en tanto, su presidente Eduardo Borri abordó la problemática del aumento del valor de importaciones, durante la conferencia realizada en La Rural de Palermo, donde le reclamaron al Congreso que acelere en el tratamiento de la Ley nacional de Maquinaria.