Las recientes inundaciones en Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, plantean la posibilidad de una disminución importante en la disponibilidad de soja. Este elemento, sumado al retraso de la cosecha en la Argentina, le agrega presión al mercado. Brasil es el mayor productor de la oleaginosa del mundo y la Argentina el tercero luego de Estados Unidos. Según algunos expertos, esto podría seguir ejerciendo presión al precio e incentivar, quizá, a los productores argentinos a vender en la medida que puedan ir contando con el grano suficiente. Otros estiman que, en cambio, diferirían ventas para esperar otro momento de comercialización.
Ayer, la posición julio en la Bolsa de Chicago cerró a US$458,84 la tonelada, acumulando una ganancia de 7,4% en cuatro jornadas. Hoy cedió a US$458,01.
Gustavo López, analista del mercado de granos, señaló que de 14 millones de toneladas de soja ya comercializadas hay seis millones de toneladas que tienen precio fijado y ocho millones de toneladas que todavía no. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), vale recordar, espera una producción total de 50 millones de toneladas para esta campaña. “Sin duda, los productores van a ir vendiendo conforme sus necesidades, pero en la medida que los precios empiecen a subir más; es un momento oportuno para cubrir sus posiciones en el mercado a término, vender forwards o realizar canjes de insumos por productos”, dijo. En este sentido, el analista señaló que es probable que, ante una menor oferta a nivel internacional y una demanda sostenida, especialmente por parte de China, los precios de la soja se mantengan probablemente más altos que los actuales.
En la zona de Rio Grande do Sul, la cosecha avanzó al 75%. Queda un 25%, pero allí se descuentan pérdidas de al menos entre cinco y siete millones de toneladas. Agregó que Brasil ya venía sufriendo una disminución en la producción. Los consultores privados la estimaban en 147 millones de toneladas. Por lo tanto, si se confirma esta situación, la producción caería hasta 140 millones de toneladas. Añadió que a este posible recorte de la producción brasileña se suma la demora en la cosecha argentina, lo que retrasa la llegada del grano a los puertos y explica el aumento de los precios en comparación con semanas anteriores. Actualmente se mantiene el valor de venta de la mercadería inmediata en US$290 la tonelada. Se estima que la recolección en el país ronda el 40%.
“Aunque los rendimientos actuales son buenos, es probable que comiencen a bajar cuando ingresen los cultivos de zonas más alejadas que, probablemente, tengan menores rindes”, dijo y agregó: “La situación actual indica que, aproximadamente, un 25% de lo que queda por cosechar se encuentra en malas o irregulares condiciones, lo que probablemente resultará en rendimientos más bajos. No estoy seguro de si alcanzaremos los 48 millones de toneladas”.
Mercados
Para la analista de mercados Mónica Ortolani, ya existían “perspectivas optimistas” de mejora en el precio de la soja tanto por el protagonismo que tiene la Argentina como por la posición vendida de los fondos especulativos de Chicago. Destacó que el mercado copió parte de esas subas externas. “Hay que remontarse a enero para encontrar cotizaciones como estas”, apuntó.
Al igual que López, consideró que el precio tiene margen para seguir subiendo, tanto por cuestiones climáticas como por la infraestructura colapsada en Brasil, así como por la posición de los fondos especulativos en Chicago. “Entre vender la soja y endeudarse a una tasa en dólares que se muestra menor a la tasa a la cual capitaliza ese grano en el futuro, el productor va a optar por reservarlo para el futuro. Como cualquier buen gestor de su negocio, elegirá el momento más rentable para vender”, expresó. No obstante, Ortolani advirtió que el productor debe ser cauteloso en cómo administrar ese crédito, ya que aún queda mucho por cosechar tanto de soja como de maíz de segunda y debe tener en cuenta qué recursos le quedan disponibles después de cubrir los gastos para enfrentar la nueva campaña.
Según la analista de mercados Paulina Lascano, con estas subas los productores han venido vendiendo en estos días. “Estimo que este repunte del mercado va a ayudar a que los productores lo tomen como una oportunidad, especialmente para los que tenían que hacer fijaciones y ventas en el corto plazo”, explicó.
Lescano amplió sobre las razones por las que se dio la suba de precios. Hasta hace 15 días los fondos especulativos en Chicago estaban en una posición mayormente vendidos sin argumentos para recomprar posiciones. En tanto, en la última semana se juntaron en pocos días las inundaciones en Rio Grande do Sul junto con la continuidad del clima húmedo en la Argentina que complica la recolección.
“Esto hizo que los fondos reviertan esa posición muy vendida, recomprando posiciones. Cuando esto ocurre favorecen las dudas de los mercados, que es lo que se está viendo”, señaló.
Por Pilar Vazquez