Marina Barletta – Florencia Poeta – Cristián Russo
Junio terminó seco y julio arranca sin agua. La siembra triguera en la región núcleo avanzó un 95%, escapando al escenario seco del invierno. Pero hay hectáreas pendientes y la necesidad de agua empieza a sentirse en los niveles superficiales del suelo.
Fin de semana con mínimas que pueden llegar hasta los -7°C en región núcleo
Mínimas en descenso y por debajo de 0°C en 6 de los 7 días próximos. Los valores más bajos, de -5 a -7°C, se esperan en el centro y sur de la zona GEA entre el sábado 6 y domingo 7.
“Los pronósticos no son positivos. Las precipitaciones permanecerán ausentes prácticamente toda la primera quincena del mes”, dice el consultor Elorriaga.
Trigo en suspenso en la región núcleo: ¿lográra sembrarse el 5% que falta?
Se trata de 60.000 ha que han quedado pendientes y solo podrán sembrarse si hay nuevas lluvias. Pero los pronósticos van en el sentido contrario. La primera quincena de julio sería seca por la prevalencia de la circulación sur que evita el ingreso de humedad del norte. Y la ventana de siembra se achica. Hay tiempo hasta fin de mes, pero los agrónomos señalan que se dará por cerrada la ventana el 20 de julio en la región. Tambien coinciden en que no se agregarían nuevos lotes de ciclos cortos a la intención, ni aún lloviendo. Lo que quede sin sembrar con trigo pasaría a soja de primera.
¿Dónde quedan lotes por sembrar?
En Bombal, sur de Santa Fe, resta un 15% del trigo intencionado. “Esperamos hasta el 20 de julio; de lo contrario, pasamos a soja”, dicen. Lo mismo aseveran en Pergamino, donde, gracias a las últimas lluvias, la siembra progresó 13 p.p., alcanzando el 85% del trigo. “Pero para terminar dependemos de una lluvia”. En otras localidades del NO bonaerense, más beneficiadas por los milímetros de la semana pasada, los lotes que restan lograrían sembrarse. El centro sur de Santa Fe completó la siembra.
El último coletazo del “Niño” fue fundamental para sembrar el trigo y escapar de la seca invernal
La transición mensual se produjo con una intensa circulación sur que consolidó el inicio de un invierno que se anticipa más riguroso que los últimos. Potenciadas por la irrupción de una intensa masa de aire polar, las mínimas marcaron récords el último fin de semana de junio: fueron las más frías del año. En la región se registraron mínimas inferiores a -4°C, con Hernando marcando -5,2°C. Pese a un junio seco, el último coletazo del “Niño” fue fundamental para la siembra triguera 2024/25 en la región. Las fuertes lluvias de marzo y abril alcanzaron para que el otoño 2024 supere a los trimestres del 2022 y 2023 en cuanto a volumen y distribución de lluvias.
Faltan 10 mm para sembrar y emparejar los lotes de trigo
Los lotes de trigo implantados están naciendo en muy buenas condiciones. Pero la prolongada ausencia de lluvias se hace evidente en la capa superficial, tanto para los recién sembrados como para las primeras implantaciones que empiezan a macollar. Esto se observa en la imagen actual de reservas para el primer metro y una pradera permanente.
Julio: la esperanza de milímetros no se pierde, pero las probabilidades son bajas
El agua no es una limitante para el rinde potencial triguero de la región en este momento, pero explican en María Susana que “entre este mes y principios de agosto deberían llover 15 mm o más para asegurar un buen rinde”. Considerando el mes de julio, la media histórica para la región núcleo es de 10 mm al oeste (en los sectores cordobeses) y hacia el este 25 a 30 mm. Considerando lo que se espera para la primera quincena de julio, la probabilidad de que la región reciba 15 mm es baja. En Pergamino explican que la lluvia hace falta para moderar el efecto de las bajas temperaturas y reponer la humedad que se va consumiendo. En Bigand dicen que “con la reserva de agua que hay, y si no hubiera más lluvias, sería alcanzable un potencial de 25 qq/ha”. En Marcos Juarez aspiran a superar los 35 a 40 qq/ha. En Carlos Pellegrini hay expectativas de alcanzar el mayor potencial posible por reservas y fertilización realizada.